DAFNE FERNÁNDEZ NARVÁEZ
DANIEL ESPINOSA
LENGUAJE MUSICAL
ROMANTICISMO
Fue una época muy influyente en todas las artes. Corresponde al siglo XIX, en el cual predominó la esperanza y el anhelo de expresar los sentimientos libremente.
ROMANTICISMO
La violencia de los sucesos influyó en el ambiente espiritual y, por consiguiente, en
el desarrollo de las artes: hasta entonces había predominado el estilo clásico, basado en el
respeto a las reglas artísticas establecidas por los maestros de la antigüedad –sobre todo
griegos y romanos-, desarrollando argumentos, en general, nobles y perfectos. Pronto la
nueva generación del siglo reaccionó contra los moldes clásicos (artificiales y pesados),
iniciando el Romanticismo, que pronto halló numerosos adeptos en todo el mundo.
Los románticos no buscaron sus modelos en la antigüedad, ni en lo elevado y
perfecto, sino que inspirados en la propia historia nacional exaltaron las pasiones humanas, el
amor a la naturaleza y la admiración por todo lo legendario y exótico.
Los músicos, de a poco, fueron dejando de ser empleados de la corte: pudieron
elegir los temas para sus obras. Cultivaron la libre expresión, preocupados más en transmitir
sus sentimientos que en agradar al auditorio.
En lo social el cambio fue bastante importante: los salones aristocráticos, en donde
se reunían los nobles y gente adinerada fueron reemplazados por asociaciones religiosas,
científicas y artísticas.
En lo espiritual, prevaleció el deseo de ponerse en contacto con la naturaleza, el
paisaje, la leyenda, lo popular y lo folklórico. Se buscaba lo desconocido, lo diferente. Debía
haber “algo mejor” que se “percibía” y no se “afirmaba”.
En la música, el Romanticismo se manifestó por un fuerte sentimiento de
individualidad, con mayor libertad y agilidad del espíritu. Los compositores respondían a
impulsos personales. Se menospreció la uniformidad de las obras perfectas del Clasicismo.
Hubo una tendencia hacia lo irreal y lo fantástico, para lo cual la música es el arte más apto,
porque puede “alejarnos” del mundo material.
Se observó una preferencia de lo ideal sobre lo real; de la intuición al razonamiento,
de la novedad a lo tradicional y de la independencia a las reglas.
Desde que aparece Beethoven, excelente improvisador, la expresión del artista es
más espontánea, dirigida a la sociedad que lo rodea, la que recibe la obra interpretándola
como un mensaje directo del autor.
En este período el arte se vulgarizó para que pudiera ser captado no sólo por el
hombre culto, sino también por aquel de poca instrucción.
El Romanticismo está ligado al clasicismo, ya que, por ejemplo, Haydn – maestro de
Beethoven- y Mozart influyeron poderosamente en Beethoven, que fue específicamente
romántico, pero cuyo primer período respondió a los principios clásicos.
Beethoven era muy exigente en cuanto a las voces y los instrumentos: no aceptaba
limitaciones en lo que deseaba expresar y por ello escribía en el pentagrama trozos que
llevaban a los intérpretes al límite de sus posibilidades. Su obra dejó abierta las puertas para
el Romanticismo.
Beethoven fue llamado “el clásico del Romanticismo” y también el romántico del Clasicismo”.
Función del músico romántico
* La música salió de los salones rococó a la calle: fueron compuestas canciones
patrióticas, himnos y cantatas laicas.
* Los músicos románticos se inspiraron en la propia historia nacional, y manifestaron un
fuerte sentimiento de individualidad, con mayor libertad y agilidad de espíritu; de a poco,
fueron dejando de ser empleados de la corte –puedieron elegir los temas para sus obras.
* Los compositores respondían a impulsos personales, tendiendo hacia lo irreal y lo
fantástico.
* Prefirieron la independencia en lugar de las reglas perfectas del clasicismo.
* Buscaban lo novedoso, lo desconocido, lo diferente.
* Exaltaron lo popular y lo folklórico: en general, el arte se vulgarizó para que pudiera ser
captado por todos.
* Los músicos cultivaron la libre expresión, preocupados en transmitir sus sentimientos en
lugar de agradar al auditorio.
* A partir de Beethoven, la expresión del artista es más espontánea, dirigida a la sociedad
que lo rodea, la que recibe la obra como un mensaje directo del autor.
Instrumentos de teclado :
Una de las características de la música del Romanticismo fue la inclinación de
muchos de los artistas hacia la composición de obras para piano.
Se buscaba un sistema que permitiera obtener sonidos fuertes y suaves, “fortepiano”, graduando la fuerza de las manos a voluntad.
Quien lo inventó fue Bartolomeo Cristófori (1655-1731), constructor de claves;
presentó su “Pianoforte”.
Si bien el clave se siguió utilizando en tiempos de Mozart, el pianoforte lo sustituyó
completamente.
Sin embargo, músicos como Beethoven, recibieron sus primeras lecciones con la
técnica del clave.
Cuando Beethoven la reemplazó por la del piano, aconsejó al fabricante J. Streicher
que produjera un mecanismo capaz de lograr más potencia de sonido. En el año 1818 otro
constructor de pianofortes, el inglés Thomas Bradwood, le obsequió al músico un instrumento
del cual éste se mostró satisfecho.
El mismo fabricante inventó el juego de pedales, hasta entonces desconocido, que
permitía pasar de la intensidad de 3 cuerdas, a 2 o a una.
Compositores del Romanticismo
- Carlos María von Weber (1786-1826), nacido en Eutin, Lübec, Alemania.
- Franz Schubert (1797-1828), nació en Viena, Austria.
- Félix Mendelssohn Bartholdy (1809-1847), nacido en Hamburgo, Alemania.
- Frederic Chopin (1810-1849), nació en Varsovia, Polonia.
- Roberto Schumann (1810-1856), nació en Zwickau, Sajonia.
- Héctor Berlioz (1803-1869), nacido en Côte-Saint-André, Francia.
- Franz Liszt (1811-1886), nació en Raiding, Hungría
Ludwig Van Bethoveen
ÓPERA
Durante el Romanticismo, la ópera llegó a ser un género de gran importancia y
enorme popularidad.
Contiene las mismas características que una representación teatral, excepto en que
las palabras se emiten “cantando”. Por ello, la deben representar profesionales del canto en
los respectivos registros, que también deben poseer buen dominio del juego escénico.
REGISTROS: en la ópera tienen cabida todos los registros de la voz humana:
- Femeninos: Soprano – Mezzo-Soprano – Contralto
- Masculinos: Tenor – Barítono – Bajo.
Además en cada una de estas voces existen diferencias en cuanto al “timbre”,
independientemente de la extensión.
- Sopranos: ligeras (de gran agilidad vocal) – líricas (de voz cálida y emotiva) – dramáticas
(de gran fuerza y volumen) – lírico-dramáticas.
- Mezzo-sopranos y contraltos: no presentan tantas subdivisiones.
- Tenores: líricos – dramáticos.
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- Barítonos: líricos – dramáticos.
- Bajo: bajo profundo o “serio” – bajo cómico.
La carrera de cantante de ópera requiere de los aspirantes estudios extensos,
intensa práctica y cuidados extremos del órgano vocal. Además, deben poseer aptitudes
naturales de entonación justa y emisión fácil, correcta y fluída.
Además de la escenografía, coreografía, iluminación, vestuario, etc., en la ópera
tiene importancia el acompañamiento instrumental del canto a solo, dúos, tríos y cuartetos, y
grandes masas corales, para el que es menester una orquesta completa, cuya función llega a
ser tan importante como en una sinfonía.
Antecedentes
La ópera romántica desechó el tratamiento de la historia antigua y las leyendas
mitológicas, y buscó en la historia y leyendas del propio país, el cuento o relato fantástico, lo
folklórico, y el canto popular, aquello que consideraba representativo del sentir nacional.
En las óperas que se representaban durante el siglo XVIII intervenían los cantantes
más célebres de Europa, y el público colmaba los teatros para aplaudirlos, pero no se
consideraba con atención el argumento, sino que todo el interés radicaba en festejar al “divo”,
es decir, el cantante que era un “virtuoso de la laringe”, [arte del “BEL CANTO” > con mucha
agilidad y adornos en las melodías] y que hacía de las partes que se le confiaban
interpretaciones personales (mediante variaciones y adornos) que pocas veces respetaban lo
escrito por el autor.
Rossini (Italia, 1792-1868), el compositor de ópera más famoso de Europa, resolvió
que “todos los adornos serían parte integrante del canto y estarían escritos en su totalidad en
la partitura”.
De esta manera, el “virtuoso” tuvo que dejar de lado su originalidad o expresión
particular, para convertirse en “intérprete de la obra”, tal como la había compuesto el autor,
reduciendo las libertades que se tomaba. Además, los cantantes tuvieron que identificarse
con el contenido del argumento.
Características: en sus comienzos y hasta el Romanticismo, la ópera consistía en “números”
musicales entre los cuales se intercambiaban diálogos que se recitaban y se llamaron
“recitativos”, entremezclándose el habla y el canto, con leve apoyo del clave, o tenue
acompañamiento orquestal.
En síntesis, presencia de recitativos que se intercalan con arias (solos cantados), dúos,
conjuntos vocales, y partes instrumentales, que constituyen los diversos números de la ópera.
ROMANTICISMO
JOSÉ VERDI Y RICARDO WAGNER: Aspectos contrastantes en la producción
de ambos.
VERDI
(1813-
1901),
Italia
WAGNER (1813-1883), Alemania
Prevaleció la importancia de la voz humana cantando, y confió a la orquesta la misión de acompañante, sin permitirle que anulara o disminuyera las
prerrogativas de la voz. Le atraían argumentos que tratan los problemas y
angustias del hombre, los sentimientos que lo conmueven, y las pasiones
que lo perturban y que son parte de la vida real.
Verdi no fue un intelectual ni poseía educación filosófica, y en cuanto a lo estético, comprendía por intuición todo Predominó la orquesta, que tuvo a su cargo una función importante, mientras que la voz humana muchas veces se diluye en una especie de “canto-hablado”, casi recitado.
Le interesaban argumentos que tratan lo fantástico, legendario o mitológico,
con seres ideales, superhombres y héroes.
Wagner ocupó un lugar importante entre los pensadores de su época.
Escribió sobre historia, estética, literatura y política. Pero lo que sobrevivió de
toda su búsqueda intelectual no fue su producción poética o literaria, sino su
labor como músico.
Wagner confeccionaba él mismo los libretos de los argumentos que elegía,
muchos de ellos nacidos de su propia imaginación.
La música de Wagner tuvo que luchar con la incomprensión del público, que
no captaba el significado de sus extensas óperas, con argumentos
complejos, personajes mitológicos o legendarios y pocas veces
humanamente concebidos. Fueron necesarias varias décadas de propaganda
para que el estilo wagneriano fuera ganando adeptos.
ROMANTICISMO
aquello que le permitía dotar de belleza a los personajes de sus obras. Verdi
dependió siempre de sus libretistas, aunque no por ello se desentendió de la elaboración de los textos, que vigilaba y criticaba. La música de Verdi fue tan popular que muchos aficionados al principio la subestimaron, justamente porque era fácil comprenderla. Se escuchaban sus fragmentos por las calles ejecutados por los organilleros. Géneros similares a la Ópera Otros géneros similares a la ópera que necesitan de la participación de cantantes profesionales son:
ÓPERA CÓMICA: apareció en Nápoles hacia el año 1700, con argumentos festivos, triviales y música sensual y melodiosa, diferenciándose de la ópera propiamente dicha, o seria, ya que ésta utilizaba argumentos basados en hechos históricos antiguos.
ROMANTICISMO
En ella prevalecía la actuación del cantante (‘bel canto’) y se componía de recitativos y números cantados (arias) en los que el autor volcaba lo mejor de su inspiración.
ÓPERA BUFA: se dio este nombre también a las óperas cómicas, pero fue adoptado como denominación de un género especial, a raíz de la que compuso J.B. Pergolessi: “La serva padrona” (‘La sirvienta patrona’), que se convirtió en modelo.
Es de carácter cómico, bufonesco, parodístico, con recitativos que alternan con pasajes cantados; la interpretan dos o tres personajes, con lenguaje dialectal y callejero, tratando asuntos cotidianos, domésticos o de sátira social; la orquesta es sencilla y no recurre al coro.
Las obras maestras del género son:
Pergolessi: “La sirvienta patrona”
Cimarosa: “El matrimonio secreto”
Mozart: “Así hacen todas”
Rossini: “El barbero de Sevilla”.
ÓPERA CÓMICA FRANCESA: cuando la ópera bufa llegó a Francia, halló la oposición de un
género que allí prosperaba y se llamaba ‘vaudeville’ (voz de la ciudad). Finalmente se impuso
la ópera bufa con la denominación de “opéra comique”, pero reemplazó los recitativos, que
eran entonados, por pasajes dialogados, hablados naturalmente, tal como ocurrió con el
Singspiel, la zarzuela y la opereta.
SINGSPIEL: es una comedia breve, lírica, que en Alemania se ha cultivado desde siglos
atrás, caracterizándose por alternar pasajes hablados con otros cantados.
ZARZUELA: género cultivado en España que derivó de la ópera cómica; alternan pasajes
hablados con otros cantados.
OPERETA: deriva del francés “operette”, o pequeña ópera y también contiene partes dialogadas y cantadas, alternativamente.
Este género se desarrolló particularmente en Viena (Austria).
Aunque cada uno de los géneros mencionados contiene características muy
similares, debe tenerse en cuenta que se distinguen entre sí por rasgos típicos de cada país,
y no cabe confundir, por ejemplo, la música de una zarzuela, con la de un ‘singspiel".
FUENTE: romanticismo.pdf.
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