miércoles, 5 de diciembre de 2012

Proyecto Final del Semestre de Música

DAFNE FERNÁNDEZ NARVÁEZ


PROYECTO FINAL DEL 1° SEMESTRE


LA HISTORIA DE LA MÚSICA


Prof.: DANILO ESPINOSA



TERCER PARCIAL





Daniel, aquí le muestro mi interpretación sobre la historia de la música, llegué al mariachi y el corrido abarcando todos los temas.
Mi papá agregó la música con la guitarra, y yo compuse la canción.
ME MEREZCO 10!!!


sábado, 1 de diciembre de 2012

música del siglo XX y el mundo: la música nacionalista


LA MÚSICA NACIONALISTA Y LA MÚSICA EN MÉXICO EN LOS AÑOS DE 1920 A 1940



CEDART Frida Kahlo



DAFNE FERNÁNDEZ NARVÁEZ



DANIEL ESPINOSA



LENGUAJE MUSICAL




MÚSICA NACIONALISTA

Jose Pablo Emilio Moncayo

Música nacionalista
Los compositores pertenecientes al movimiento conocido como nacionalismo incorporaron en sus obras elementos rítmicos y melódicos del folclor.
El primer paso fue dado en Rusia, donde Mijail Glinka abrió esta tendencia con la ópera "Una vida por el zar" (1836), modelo a seguir por sus sucesores, de especial manera Modest Musorgski, un maestro de novedosos conceptos armónicos y gran habilidad descriptiva. Su mayor creación fue la ópera "Boris Godunov".
Junto con los anteriores figura Nikolai Rimski-Korsakov, quien formó con ellos, con excepción de Glinka, parte del llamado "Grupo de los Cinco". Su legado más notorio está en los arreglos orquestales, como "Capricho español" y "Scherezade".
El nacionalismo en España fue representado más que nada por dos maestros del piano: Isaac Albéniz y Enrique Granados. El primero es autor, entre otras obras, de la Suite Iberia. Granados, más refinado y cercano a lo clásico, aportó con las Goyescas y las Escenas poéticas.
En la zona escandinava fue el noruego Edvard Grieg el primer compositor propiamente nacionalista. Su maestría le impulsó a escribir obras como las dos suites de Peer Gynt.
En el caso de la República Checa, sus dos autores más notables fueron: Bedrich Smetana y Anton Dvorák. El primero obtuvo su fama con una serie de seis poemas sinfónicos que se titularon Ma vlast (Mi patria).
Anton Dvorák fue heredero de Smetana y un símbolo musical de la tradición eslava.
Como sinfonista, sus creaciones son consideradas un modelo y una muestra de la trascendencia y fluidez que había alcanzado la música orquestal al final del siglo XIX. Un ejemplo es su "Sinfonía núm. 9, Del nuevo mundo, op. 95".
El nacionalismo musical mexicano

El nacionalismo en México abarca tres décadas, de 1928, año de la fundación de la Orquesta Sinfónica de México, hasta 1958, año en que muere José Pablo Moncayo. Entre sus principales representantes están José Rolón (1875-1945), Silvestre Revueltas (1899-1940), José Pablo Moncayo (1912-1958), Carlos Chávez (1899-1978), Candelario Huízar (1883-1970), Luis Sandi (1905), Blas Galindo (1910) y Miguel Bernal Jiménez (1910-1956), entre otros.

Pero el nacionalismo musical mexicano también tiene dos vertientes: El primer nacionalismo cuenta con una influencia europea en el plano formal y armónico, que caracterizó a las obras de Manuel M. Ponce. Más tarde, a partir de los años treinta, se buscó en el indigenismo las bases para la nueva música mexicana, sin embargo éstas bases seguramente correspondían más en la imaginación que a bases indígenas, pues en realidad en esa época no se conocía con profundidad cómo había sido la música indígena antes de la conquista, aunque Carlos Chávez realizó una maravillosa investigación técnica de la música azteca. Sin embargo esta producción de los nuevos compositores, en cierto sentido autónoma, efectivamente dio pie a una corriente que, pese a no poder separarse por completo de una influencia española ni tampoco de la indígena, pues los mismos compositores eran producto de un mestizaje, no deja de ser netamente mexicana.

COMPOSITORES DESTACADOS

Manuel M. Ponce



















José Rolón




Carlos Chávez




Silvestre Revueltas



Julián Carrillo


MÚSICA EN MÉXICO DE LOS AÑOS 1920 A 1940

A principios del siglo XX en México la música representó los acontecimientos más destacados de la época, como la Revolución Mexicana y el porfiriato.
Aquí la gente expresaba sus emociones acerca de las guerras de zapatistas contra maderistas, la posesión de tierras por parte de los extranjeros y los de la alta sociedad.

Fue allí que comenzó la música popular conocida como "Ranchera" donde entraba los corridos y el mariachi.

CORRIDOS

En principio, sus antecedentes se encuentran en la música de mariachi que se originó como folklore urbano, a fines de la década de los años de 1920, que pronto adquirió características que suplieron aquellas de las regiones de donde provenía; al conformarse estos grupos como un conjunto musical que podía ejecutar, para las fiestas familiares y eventos diversos, varios tipos musicales como las polkas (Mariachi Vargas interpreta Jesusita en Chihuahua), el vals (Orquesta Sinfónica de la UNAM interpreta  Sobre las olas),  jarabe  (Mariachi Vargas interpreta  El jarabe tapatío) o los  corridos (Halcones de Salitrillo interpretan el Corrido del Norte).  Cuya música fue proyectada de manera significativa por el cine en las películas Allá en el rancho grande (Fernando de Fuentes 1936) y ¡Ay Jalisco, no te rajes! (Joselito Rodríguez1941); además, obras de música clásica fueron compuestas utilizando sus temas por Blas Galindo (Sones de mariachi), que compitieron con otras obras del nacionalismo, que también utilizaban temas y música regional como el Huapango de  José Pablo Moncayo; obras que llegaron a formar parte de la música popular, de tanto repetirse en los eventos oficiales gubernamentales del proyecto modernizador estatista, que fueron aceptadas por la población como versiones secundarias del Himno Nacional. Así tenemos que la música de mariachi se convirtió, a partir del cardenismo, en la expresión musical de lo nacional, seguramente por su versatilidad, y al terminar la Segunda Guerra Mundial diversos grupos, como el  Mariachi Vargas de Tecalitlán, difundieron sus interpretaciones en Europa; asentando así, internacionalmente, hasta la época actual, que representa la típica música mexicana.

HUAPANGO DE MONCAYO

HIMNO NACIONAL MEXICANO
Coro 
Mexicanos al grito   
el acero aprestad y el bridón. 
Y retiemble  sus centros la tierra, 
al sonoro rugir del cañón.
 

Estrofa I 
Ciña ¡oh Patria! tus sienes de oliva 
de la paz el arcángel divino, 
que en el cielo tu eterno destino 
por el dedo de Dios se escribió. 
Mas si osare un extraño enemigo 
profanar con su planta tu suelo, 
piensa ¡oh Patria querida! que el cielo 
un soldado en cada hijo te dio.
 

Estrofa II 
En sangrientos combates los viste 
por tu amor palpitando sus senos, 
arrostrar la metralla serenos, 
y la muerte o la gloria buscar. 
Si el recuerdo de antiguas hazañas 
de tus hijos inflama la mente, 
los recuerdos del triunfo tu frente, 
volverán inmortales a ornar.
 

Estrofa III 
Como al golpe del rayo la encina, 
se derrumba hasta el hondo torrente, 
la discordia vencida, impotente, 
a los pies del arcángel cayó. 
Ya no más, de tus hijos la sangre, 
se derrame en contienda de hermanos; 
sólo encuentre el acero en sus manos 
quien tu nombre sagrado insultó.
 

Estrofa IV 
Del guerrero inmortal de Zempoala 
te defiende la espada terrible, 
y sostiene su brazo invencible, 
tu sagrado pendón tricolor. 
Él será del feliz mexicano 
en la paz y en la guerra el caudillo. 
porque él supo sus armas de brillo 
circundar en los campos de honor.
 

Estrofa V 
Guerra, guerra sin tregua al que intente 
de la Patria manchar los blasones, 
Guerra, guerra, los patrios pendones 
en las olas de sangre empapad. 
Guerra, guerra. En el monte, en el valle, 
los cañones horrísonos truenen, 
y los ecos sonoros resuenen 
con la voces de ¡Unión! ¡Libertad!
 

Estrofa VI 
Antes, Patria, que inermes tu hijos, 
bajo el yugo su cuello dobleguen, 
tus campiñas con sangre se rieguen, 
sobre sangre se estampe su pie. 
Y tus templos, palacios y torres 
se derrumben con hórrido estruendo, 
y sus ruinas existan diciendo: 
De mil héroes la Patria aquí fue.
 

Estrofa VII 
Si a la lid contra hueste enemiga, 
nos convoca la trompa guerrera, 
de Iturbide la sacra bandera, 
mexicanos, valientes seguid. 
Y a los fieles bridones les sirvan 
las vencidas enseñas de alfombra; 
los laureles del triunfo den sombra 
a la frente del Bravo Adalid.
 

Estrofa VIII 
Vuelva altivo a los patrios hogares, 
el guerrero a cantar su victoria, 
ostentando las palmas de gloria 
que supiera en la lid conquistar. 
Tornaránse sus lauros sangrientos 
en guirnaldas de mirtos y rosas, 
que el amor de las hijas y esposas, 
también sabe a los bravos premiar.
 

Estrofa IX 
Y el que al golpe de ardiente metralla, 
de la Patria en las aras sucumba, 
obtendrá en recompensa una tumba 
donde brille, de gloria, la luz. 
Y, de Iguala, la enseña querida 
a su espada sangrienta enlazada, 
de laurel inmortal coronada, 
formará de su fosa una cruz.
 

Estrofa X 
¡Patria, Patria! tus hijos te juran 
exhalar en tus aras su aliento, 
si el clarín, con su bélico acento, 
los convoca a lidiar con valor. 
¡Para ti las guirnaldas de oliva! 
¡Un recuerdo para ellos de gloria! 
¡Un laurel para ti de victoria! 
¡Un sepulcro para ellos de honor!